Atendiendo a sabios consejos de
gente que ha vivido mucho; o como dirían varios, ellos han recorrido el camino
dos veces, mientras uno ni siquiera ha llegado a la mitad del largo trayecto,
pero vaya usted a saber cómo juran tener tremenda experiencia en todo sentido,
sin temor a equivocarme yo soy uno de ellos; digo esto luego de analizar cuáles
han sido mis aciertos hasta el día de hoy, aunque debo decir que no perderé mi
valioso tiempo buscando motivos para calificarme positivamente; en vez de ello
aprovecharé el momento para dar gracias a la bondad de los “Barbitas”, que
hacen posible cumplir un año más de feliz existencia en este mundo lleno de
contrariedades; donde también habitan personas con un corazón lleno de bondad,
comprensión, tolerancia y amor abundante que entregan sin mezquindad a los
demás; así no los pidan… A Dios gracias mi autocontrol frena mis inoportunos
impulsos, así me digan: ¡Quién calla otorga!; menos mal que circulan en las
redes sociales opiniones contrarias a esa expresión, que logra encajar re bien
con mis frágiles pensamientos; esos que dé a pocos se consolidan con el paso
del tiempo, trabajo de campo, estudio y el apoyo incondicional de seres humanos
dispuestos a corregir tus errores… Me atrevo a escribir esto; después de
escuchar una serie de insultos y reclamos, de gente que te grita y reclama
desde lo alto de una frígida tribuna, sin siquiera indagar cuáles son esos
factores que impiden su plena realización de valiosos proyectos que sin duda alguna
beneficiarán al deporte porteño, tantas veces relegadas cortesía de un sinfín
de pretextos; otros más zafados dicen que soy un simple calculador para buscar
mi beneficio personal en las actuales lides; donde la competencia dice que
ellos harán realidad el sueño del deporte ileño; que ahora la pelota está en
cancha del IPD.
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