En los tiempos de franca lucha,
tengo la sensación que las escazas fuerzas que me mantienen en pié, pretender
darse a la fuga, sin escuchar mis súplicas; dejándome solo con mis problemas y
vaya que sucede todo lo contrario; claro; siempre y cuando haya plena
disposición para aceptar el apoyo de los demás de lo contrario, a fracasar se
ha dicho; sin echar la culpa a otros de nuestros propios errores, tal como lo
pude comprobar en las ultimas responsabilidades que me asignaron, algunas; por
más empeño que le pusimos no se hicieron realidad, sin que eso signifique
ineptitud o incapacidad, cualidad que no todavía no mora en éste débil cuerpo…
A propósito, les contaré que la segunda reunión para realizar un real despegue
del balompié porteño, fue muy productivo, resultado de la experiencia y
constancia con la que cuentan los convocados, yo diría que crecieron y se
formaron profesionalmente practicando deporte o como reconocidos dirigentes,
quienes ya no están solo que digamos porque se contará con el excelente
concurso de expertos dispuestos trabajar por nuestros fútbol sin interés
económico de por medio, no es que les sobre el sencillo; sino por el
desprendimiento y el afán de que las cosas mejoren, dejando atrás esa
informalidad dañina; enraizada no solo en la comarca; sino a lo largo y ancho
de éste bello país, donde habita gente con marcada mezquindad, criticona y hasta discriminadora, pero también hay
infinidad de seres humanos predispuesta a rajarse en beneficio de los demás, de
lo contrario no contaríamos con clubes tradicionales, con directiva bien
formada, solo que trabajan a lo mucho uno o algunos valientes; los cuales
asumen las consecuencias, de yapa les dan de alma, esos que precisamente no
hacen absolutamente nada por su propia vida, menos será en beneficio de los
demás; especialmente de nuestros talentos.
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