
Es tan detestable la mentira, que desde niños nos enseñaron sobre las mentiras de un personaje llamado -pinocho-, a quien le crecía la nariz cada vez que decía un embuste. Un cuento al fin, pero lleno de sabiduría de vida.
¡No nos dejemos llevar por los cantos de las sirenas! y mantengamos una actitud alerta para distinguir las mentiras y las verdades de cada quién.
Es una responsabilidad a la que no debemos de renunciar, aunque al fin y al cabo, también debemos de estar consientes que hay quienes pueden engañar a mucha gente durante algún tiempo, o bien, engañar a algunas gentes durante mucho tiempo, pero nunca podrán engañar a mucha gente durante mucho tiempo. ¿ No lo cree usted así.?
Por: Norma Matheos Mendizabal
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