Buen viaje a los valientes atletas y deportistas que hoy
enrumban a Chile representando a la Región Moquegua, que debuta en los Juegos
de la Juventud Trasandina, con una preparación pasada por agua caliente, por
falta de presupuesto para contratar técnicos en cuerpo y alma entregados a un
real y verdadero trabajo visible, claro salvando excepciones, para quienes va
mi saludo, respeto y admiración, aquellos que no tuvieron implementos
deportivos oficiales,
para sus ocasionales entrenamientos con algunos
competidores, a diferencia de otras ciudades donde se preparan a conciencia y
con todas las de la ley, tal como lo afirmaron el año pasado en Ite, nuestros
vecinos de Arequipa, así como también los cusqueños cuyos atletas viven en
Centros de Alto Rendimiento; mientras en estas tierras con mucho poder
económico se arañan para invertir unos mugrosos soles en la Remodelación del
Estadio Mariscal, 
infraestructura del tiempo de “ñangue” llamado con total
razón por algunos visitantes como un vulgar potrero Ilo como Provincia cuarenta
largos años, la pregunta del poblador: ¿Qué presupuestos han sido destinados
para mejorar el deporte y la sana
recreación por los municipios que han tenido como alcaldes a extraordinarios
personajes, dizque deportistas?; la historia os guarde en su frágil menoria… 
Mientras los representantes moqueguanos vivirán su propia realidad, ojalá no se
desanimen, más bien sea el punto de partida para iniciar una campaña pidiendo
mejoras a las mínimas necesidades de la problemática deportiva, obligación de
las autoridades de turno, acaso no dicen: 
“MENTE SANA, EN CUERPO SANO” o solo
lo usan durante campañas pinochas; hasta hoy esperamos con paciencia, pero con
mucha paciencia la construcción moderna del abandonado y descuidado Mariscal;
la masificación del deporte y por allí también el famoso estadio Monumental;
repito éste servidor puede esperar hasta que la parca se lo lleve; más no así
los sufridos deportistas y entrenadores; he dicho, cuidado con las re-re-re- elecciones.
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