Deportes y algo más; el que se pica nos dá la razón...!

Una hora antes del partido Cobresol – Coopsol, dio la impresión que los moqueguanos aún dormían a pierna suelta; porque las inmediaciones del “25 de Noviembre” lucían desiertas a excepción de vendedores de gorritos, polos, tricicleros y algunos hinchas que se animaban y se desanimaban a ingresar a la majestuosa obra iniciada por Toño, concluida por Yoyo alcaldes que si invirtieron en obras para el deporte, donde el sufrido pueblo al menos olvida sus penas viendo correr a veintidós futboleros tras una pelota…

Tienes razón “Chato Musculoso” varios no madrugaron porque se quedaron festejando al viejo mi querido; que ahora ya camina lento y no tiene fuerzas para gritarle su vida a los “Pitos”, otros quedaron en casa para ver la goleada de Brasil a en el Mundial de los negritos casi eliminados, otros se lo pasaron el día durmiendo la mona; mientras los “Petróleos” hacían lo posible para sonarle al cuadro de Ramón Mifflin que tiene al “Chato” Paolo Maldonado; 

será cierto que la ex figura crema es recontra carero no atracó el sencillo que le ofrecieron los directivos del Cobresol y se fue donde pagan más; será por eso que el respetable le dijo de todo durante el calentamiento; otra de careros, según la prensa hablada del eterno sol; el acalambrado delantero y Capitán Dorado Rojitas gana más que el mismísimo “Petróleo” y se habría peleado con varios compañeros del año pasado que ahora se largaron a otros equipos; provecho engreído; no hiciste nada el último domingo y la gente no aguanta, o no te acuerdas del moqueguaso…

A Dios gracias, las justas ganaron con solitario gol de Mancheguito, de lo contrario quedábamos encerrados al interior del estadio, junto a Robert Hiraja que estrena bota nueva pero de yeso; qué le habrá pasado a su piececillo se extrañó también a los barristas; solo estuvieron unos cuantos bullangueros en la tribuna sur chamuscando con tremendo sol del medio día, que dejó con la lengua afuera a los equipistas… El Comisario del partido Charles Torres se quedó anonadado con la descomunal obra; pero casi vacía ya se llenará.