"Quería venir, pero desgraciadamente sufrió una tragedia en su familia", explicó el presidente sudafricano, Jacob Zuma, quien acompañado por el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, se encargó de declarar oficialmente abierto el Mundial.
"El espectáculo debe comenzar, ¡disfrutadlo!", dijo Zuma, repitiendo el mensaje que le había pedido transmitir al público el propio Mandela, tras el espectáculo genuinamente africano celebrado en el estadio Soccer City de Johannesburgo.
Trajes tradicionales, mucho colorido, música de toda Africa y hasta un chamán entretuvieron a los espectadores en el Soccer City, donde la gran decepción fue la ausencia de Nelson Mandela, tras perder a su bisnieta.
La joven Zenani Mandela, de 13 años, sufrió un accidente de automóvil cuando regresaba del concierto de inauguración del Mundial celebrado en el estadio Orlando en Soweto en la noche del jueves, en un coche que volcó, conducido por un familar, con síntomas de haber ingerido alcohol.
La ausencia de Mandela, que tenía anunciada su presencia, no impidió que su espíritu estuviera presente en el estadio y que se proyectara un vídeo cuando sonaba la canción "Hope" (esperanza), un tema que le encanta y que había pedido que se cantara durante la inauguración.
En las imágenes, el primer presidente negro de Sudáfrica llamaba a los aficionados a nunca rendirse y "superar las adversidades".
Una recomendación que llegó en su justo momento, pues pocos minutos después, los hinchas sudafricanos tuvieron que sufrir la decepción de ver como los Bafana Bafana empataban 1-1 con México en el partido inaugural después de haber ido ganando casi todo el encuentro.
La presión de las omnipresentes vuvuzelas y el colorido amarillo y verde no fue suficiente para que Sudáfrica estrenará su Mundial con una victoria.
Muchos espectadores, además, sólo llegaron para llevarse la decepción del empate, puesto que los problemas de atascos que sufre la capital económica del país impidió que la mitad de los 85.000 espectadores que se esperaban en el estadio no pudieran estar en sus asientos cuando los aviones militares que abrieron la ceremonia inaugural sobrevolaron Soccer City.
Los rígidos controles de seguridad, que aseguraba un operativo de 34.000 policías, también contribuyeron al pequeño caos inicial.
"Estamos en alerta máxima", había explicado el jefe de la policía, Bheki Cele, quien está convencido de que "hoy se hace realidad el sueño sudafricano".
Un sueño que se vivió en todo el país como en Kimberley, la única capital provincial que no recibe partidos mundialistas, donde desde muy temprano se podían divisar las camisetas del equipo local en todas partes y sus orgullosos portadores se adornaron además con pelucas multicolores, lentes extravagantes y las infaltables "vuvuzelas" para hacer la mayor cantidad de ruido posible.
Y es que el Mundial no deja a nadie indiferente atrayendo a las estrellas como el actor John Travolta, llegado este viernes a Johannesburgo para apoyar al equipo australiano contra Alemania el domingo, mientras se espera que también acuda la ex presidente chilena Michelle Bachelet para apoyar a su selección frente a Honduras el próximo 16 de junio.
"Yo creo que si viene la (ex) presidenta va a ser una más del plantel" chileno, afirmó el defensa Arturo Vidal.
La fiesta del balón seguirá el sábado con el estreno de la Argentina de Maradona frente a Nigeria en uno de los dos partidos de la jornada, mientras en el otro, Corea del Sur se enfrentará a Grecia.
TOMADO DE: http://www.co.terra.com/futbol/mundial/2010
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