No sólo con inversiones en infraestructura (aeropuertos,
puertos,
rutas, sedes) se está preparando
Brasil para el
Mundial de 2014. El
país anfitrión del próximo
torneo quiere que el clima en las tribunas y en los alrededores de los
estadios sea el mejor, sin esperar cuatro años. Por eso, para intentar transitar ese
camino sin barrabravas, el gobierno de Lula da Silva promulgó hoy una nueva ley que
condena con más fuerza la violencia en espectáculos deportivos.
Se trata de una modificación al llamado "
Estatuto del hincha". Entre otros puntos, sanciona con
prisión de uno a dos años, multas e prohibición de entrar a
eventos deportivos para quien se involucra en actos de violencia dentro de un
estadio o en
cinco kilómetros a la redonda, o invade el terreno de juego mientras se desarrolla el evento.
También criminaliza la
reventa de entradas ,
con castigos para los que venden los tickets y para los dirigentes del
club que los entregue o facilite. Además, sanciona a los árbitros que
manipulen los resultados de los
partidos. "El objetivo es que las personas pueden celebrar en los estadios y apoyar a sus
equipos, y que no se organicen para actividades antisociales'', afirmó el ministro de
Deportes, Orlando Silva.
Al
respecto, las autoridades brasileñas destacaron la importancia de la
ley para crear un "clima de paz" en los estadios de cara al Mundial
2014.
Otro punto importante es que, en los estadios con capacidad
superior a 10 mil espectadores, habrá que instalar equipos de
vigilancia en video. También será obligatoria la
presencia de un juez
–en partidos importantes- para que pueda tomar decisiones judiciales
rápidas, como la detención o expulsión de hinchas violentos. "Los
estadios siempre fueron un espacio de convivencia democrática en la
sociedad brasileña, la sociedad no puede perder ese espacio para la violencia y el miedo'', comentó Barreto.
Uno de los puntos más polémicos de la ley fue el
reconocimiento legal de las barras organizadas de los equipos, señalados por muchos como
fuente de
violencia en los partidos. "Yo creo que (las barras) son organizaciones
legítimas de jóvenes que apoyan a sus equipos y hacen un espectáculo
aparte en Brasil, (pero) también en las hinchadas puede
haber uno u otro miembro que ocasiona desvíos'', comentó el ministro.
Ante
ello, la ley reconoce a las barras y les exige registrar a sus
miembros, con lo cual se hace responsable civilmente por los daños que
ocasionen sus integrantes en los estadios y fuera de ellos. El nuevo
estatuto sustituirá una ley que data de 2003.
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