Además del éxito español como posible retorno del fútbol a las raíces
del juego de toque, la principal consecuencia del Mundial de Sudáfrica
podría ser la de afrontar serios cambios en la forma del arbitraje, que
se debatirán el próximo miércoles en una reunión de la FIFA Board.
El disparo que botó dentro de la portería de Alemania en el choque
contra Inglaterra sin subir al marcador y el gol en fuera de juego de
Argentina ante México han venido a sumarse a la clasificación de
Francia frente a Irlanda gracias a una acción con la mano de Thierry
Henry para demostrar la necesidad de nuevos planteamientos cuando hay
millones de euros en juego y cámaras que denuncian al instante los
errores arbitrales.
Si bien el máximo organismo del fútbol mundial se negó repetidamente
en el pasado al uso del vídeo, Joseph Blatter, su presidente, apuntó al
final del campeonato que el juego "es tan rápido ahora mismo que
tenemos que ayudar a los árbitros. Creo que este es el último Mundial
con este sistema".
A diferencia de otros deportes que han introducido cambios
continuamente en su reglamentación, el fútbol no ha tenido variaciones
de verdadero relieve desde la consolidación de la regla del fuera de
juego en 1925. Las pruebas tanto con cámaras de vídeo como con el
llamado ojo de halcón que detecta si la pelota sobrepasa una línea no
satisfacieron a la FIFA, que además se acogió a la necesidad de
universalidad a la hora de tomar esas decisiones: obviamente, sólo las
grandes competiciones podrían sufragar esas medidas.
Por el momento, se da casi por seguro que la reunión de la FIFA
Board dé permiso a las distintas federaciones a utilizar el juez de
gol, es decir, un colegiado adicional en cada portería, que ya se usó
en la pasada Europa League. La opción de las repeticiones de vídeo
parece más remota que el empleo de un balón con un chip detector.
TOMADO DE: http://www.cincodias.com
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