El presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, fue nuevamente
repudiado por el público sudamericano en la final de la Copa América
Argentina 2011, jugada ayer en cancha de River Plate, tal como había
sucedido en el partido del tercer puesto el sábado, en La Plata.
El dirigente, de 75 años, recibió una estruendosa silbatina antes del
comienzo de Uruguay-Paraguay y durante la ceremonia de premiación, pero
saludó a las tribunas como si agradeciera una ovación.
La hostilidad también alcanzó al presidente de AFA, Julio Grondona, y al
titular de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), el
paraguayo Nicolás Leoz, mencionados al final del partido que consagró a
Uruguay como nuevo monarca sudamericano.
Blatter, al frente de la FIFA desde el 8 de junio de 1998, llegó al país
el pasado viernes para presenciar la definición del torneo continental.
Otro festejo “celeste” en River
Un domingo celeste y festivo alumbró el estadio Monumental con motivo de
la final de la Copa América, donde Uruguay se alzó merecidamente con el
preciado trofeo.
A pesar de su bravura, el seleccionado paraguayo tuvo que conformarse
con ser un espectador de lujo en la finalísima multicolor, agraciada por
un sinfín de estandartes y camisetas de ambos representativos.
Sin embargo, los del “paisito” fueron mayoría en el barrio de Núñez,
colapsado inclusive horas antes del espectáculo por su convocatoria.
La casa de River Plate brilló como en sus propios momentos de gloria
albergando a uruguayos, paraguayos y demás turistas, todos ellos más
numerosos que los argentinos en el choque trascendental de su mismísimo
torneo.
“¿Y Messi dónde está?”, cantaban los uruguayos con un tono burlón
mientras Luis Suárez era distinguido como el jugador del certamen y
Diego Forlán levantaba la Copa.
“No llores por mí, Argentina”, se esbozó en una bandera que relució de
manera singular a la luz de los fuegos artificiales y un grito febril:
“Soy celeste”.
TOMADO DE: http://www.losandes.com.ar
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