Después de varios años la sele nacional hizo gritar de
alegría al país entero, y también a todos aquellos compatriotas que viven en
los diferentes puntos de planeta; es verdad el partido tuvo un cierto sabor a café
caliente; congelado en tiempo suplementario con los goles de Lobatón y el
“Loco” Vargas; quienes junto al resto del plantel desde la Argentina; que dicho
sea de paso también eliminada, nos hacen olvidar los diferentes problemas que
vivimos en la ciudad y claro en todo el país que se apresta a celebrar un nuevo
aniversario de su Independencia Nacional… Ser unos de los cuatro equipos más
importantes de Sudámerica, resultados que no gozábamos desde un montón de años,
con gente provinciana que le pone actitud y otros ingredientes más, mientras
que ciertas estrellas la hacen linda en otras canchas o descansando a pierna suelta en sus lujosas residencias…
Siempre he dicho; la gente dispuesta a luchar por la Roja y Blanca está en
provincias, esperando su oportunidad de
paso mostrarse para que un equipo grande lo contrate; mientras los “dizque”
consagrados deben cuidarse hasta en lo más mínimo o son echados de sus clubes;
salvo raras excepciones tal como lo están demostrando en esta Copa América…
Mañana una vez más el país estará atento al esfuerzo y sacrificio que pondrá
los muchachos de Markarian, para doblegar al rival con el solo propósito de
repetir la hazaña en la década del 70 cuando se obtuvo el codiciado trofeo
gracias al tanto del Cholo Sotil; ahora los tiempos son otros y hay que dar
batalla; pero lo más importante sería que el nuevo gobierno priorice las
inversiones en deporte; considerando que esta actividad es muy rentable; así
como genera respetables ingresos a las arcas de la nación por los impuestos que
pagan las estrellas que ganan cualquier de billete en las Europas y los países
donde el fútbol vende, no por algo se dice que el deporte de las grandes
multitudes; mientras aquí dijeron en su oportunidad para que se va a gastar en
deporte; porque solo los burros, vagos y ociosos se dedican a eso.
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