Y el desbande del último domingo; aún se sigue comentando en
la apacible comarca, que dé a pocos se va familiarizando con estas actitudes
negativas; producto de un trabajo nada serio en las responsabilidades que a
cada uno de nosotros nos toca desarrollar; todavía se sigue con la falsa
concepción de la famosa “ayudadita” que a nada bien conduce; lo he dicho
siempre ese tipo de favores a la larga o la corta; más temprano que tarde nos
pasa factura, sobre todo en el fútbol; donde infinidad de veces escuché: “Cómo,
pero cómo los árbitros de Moquegua ayudan a sus equipos y los de Ilo, nos
cobran de todo, no nos dan la mano son muy malos…”… Pero lo más triste es
escuchar a entrenadores que dizque son formadores de futuros “peloteritos” a gritos piden que
la autoridad dentro del terreno de juego, no cobre nada; menos sanciones las
actitudes negativas, que de seguro las llevarán hasta la tumba, y para ellos
estará bien porque así le enseño su maestro… En el arbitraje ni hablar; allí la
cosa es más complicada y esto que hay ocho ojos tras la jugada; pero como cada
uno hace su trabajo, estos son los resultado; por otro lado en estas lides hay
responsables entre ellos el Comisario el bebedor; perdón el veedor sin embargo
fuentes dignas de todo crédito dicen que el Comi dio amplia libertad al Tío
Solari que de “solari” no tiene nada, porque al rato le siguió un manchón con
el único propósito de darle su merecido al “Pitador”; que junto a sus
asistentes lucían hermosas corbatas “michis”, cuando vieron ingresar a la tía y
toda la tribuna… El pobre Joselo, rogaba a todos los santitos que a él no le
caiga un trompón en la cara; más allá de las bromas, creo yo, como personas
serias y responsables, mayores de edad tenemos que hacer las cosas bien; cuál
es el ejemplo que damos a las futuras generación; al ritmo que vamos los enanos
de hoy, en su oportunidad irán a los partidos armados hasta los dientes; en
Moquegua hubieron más tombos que público.
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