Caraduras, sinvergüenzas, c…m… ares, frases por demás
condimentadas salidas de boquitas frágiles y dulces de ciertas damitas que
asisten cada domingo a las graderías de la freidora, digo estadio Mariscal
Nieto; aunque a decir verdad los cancerígenos rayos solares tardan más de la
cuenta en esfumarse; quizá de esa manera baje la temperatura a esa hinchada que
en vez de alentar al dizque nuevo talento de nuestro alicaído balompié les
hacen creer que los pobres siempre tienen la razón y que los “Pitadores” les
llevan bronca por eso siempre cobran a favor del rival; sin defender al jugador
tiernito; que valgan verdades saben mucho y piensan que no se dan cuentan de
sus intensiones malévolas; esas que deben corregirse a tiempo; mejor aún si
tienen instructores de sobrada experiencia… Lo he dicho siempre; pero muchos
dicen saco cara por los coloridos “huayruros”, en franca extinción que salen a
dirigir los encuentros con sicodélicos colores no son perfectos; sumado al
desconocimiento de las reglas que podemos esperar; con toda razón del mundo me
decía un asiduo asistente a nuestro fútbol amateur de Copa Perú: “Jugador que
ingresa al terreno de juego, sabe a lo que se mete, de lo contario que se quede
en casita viendo dibujitos animados en la tele y asunto arreglado…” Claro por
allí hay normas para proteger al joven valor en el deporte de las grandes
mayorías; pero si los chibolos salen con todo… Mejor allí lo dejo; porque hasta
hoy resuenan en mis orejotas la palabrotas de ese gordito que hace de arquero
en Los Olivos; que luego de la descarga mortal propinada por los Energéticos,
como verán mi carnal “20 Lucas de Ilo”, no es el salado; se sacó los guantes
los tiró al granado gritando a todo pulmón que la cuera fue gracias a que nadie
va a entrenar y que el tío Veguita era un tremendo “argollero” que pone a sus
engreídos, sin prepararse, ajá.
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