Según los entendidos manifiestan que el sufrimiento que nos
hicieron pasar los episas, solo fue cuestión táctica y para que el enemigo se
confié; es más el gol de Vallecito fue un regalo de los locales que reservaron
los festejos para el segundo tiempo; en efecto, la gentita que se dio cita a
nuestro primer escenario deportivo, que más parecía una congeladora no salían
del asombro cuando la pelota se resistía a ingresar al arco del golero Ucero,
satisfecho con los tirititos de los episeños que lo hicieron arrancar a Manolín
quien tuvo clarísima oportunidad para humillar
a los torateños… La burradita de Canevo y el Cholo Díaz, pasó desapercibida
con la goleada que le aplicó la gente del Barrio Meylan al colero y apabullado
cuadro valluno; ellos pensaron que la hicieron linda con el tanto de cortesía
que se mantuvo todo el primer tiempo; por más que la barra episeña se
desgañitaba gritando los goles no llegaron sino hasta los 64 minutos en que el
Conejo Córdova empató el escore, para luego en 20 minutos voltear el marcador
dejando al respetable más que satisfecho por el esfuerzo realizado para alentar
al conjunto ileño quienes ven renacer las posibilidades para repetir la campaña
pasada… Los tantos del cuadro porteño fueron de muy buena factura y no
necesitaron de ninguna ayuda, es más Vallecito llegó a Ilo con terna
controladora moqueguana y hasta Ríos estuvo “table” en mano; que más parecía un
espejito; porque hasta un seguidor del fútbol dijo: ¿Qué le pasa a don PP Ríos,
acaso pregunta: Espejito, espejito quién es el mejor presidente del fútbol
departamental?... El que no está de acorde con la modernidad; usando lo último
de la tecnología simplemente se convierte en un gran cavernícola en pleno siglo
XXI; que si sobrevivimos al gran cataclismo que se nos avecina gozaremos de
tremendas bondades; tal como lo aseguró
el último viernes el Inge kuroiwa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario