La paciencia tiene un límite; teniendo en consideración que
terminaron las fiestas de fin de año, el Rally Dakar y los supuestos cambios en
el IPD capitalino; es hora de retomar ciertas gestiones para hacer realidad los
compromisos y responsabilidades ediles asumidas; porque mucha gentita en vez de
apoyar nos desalienta cortesía de la desinformación e ignorancia con las
disculpas del caso; como si fuera poco a inicios de la semana me topé con un
ciudadano que en su oportunidad fue un gran deportista; razón más que
suficiente para no perderse una Maratón de la Energía, el cual saludo y
resalto… Sin más ni más; me interrogó sobre nuestro estadio Mariscal Nieto con
toda la razón del mundo; pero cuando se le explicó la razones del retraso y
observaciones hechas por los altos funcionarios limeños que observaron la firma
del Convenio Marco; sumado a las exigencias que sustente los ingresos
económicos históricos en otras palabras, la cantidad de público que ingresa a
las instalaciones para ver los espectáculos deportivos; especialmente de las
“pichangas caseras y también oficiales”, como otros torneos se le preguntó:
¿Profe a cuántos partidos de la Copa Perú Ud. asistió los últimos años?...
Pepe, la verdad yo solo iba al estadio, cuando vino la U, Alianza Lima equipos
profesionales; no voy a ver “Pichiruchis”; por respeto me mordí la sin hueso;
teniendo en consideración que opiniones como esa encontramos a diario; a Dios
gracias hay gente con mente positiva dispuesta a sumar esfuerzos para conseguir
los objetivos, en bien del deporte local especialmente del talento que
recientemente representó al Perú y a la Región Moquegua en el Sudamericano
Escolar Carioca a fines del año próximo pasado; si ellos nos dan resultados
positivos, con mayor razón nos toca dar mejores comodidades para su
preparación; claro eso no lo saben los ejecutivos capitalinos.
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