Cuánto nos gustaría tener la vida asegurada por mucho
tiempo; sin embargo partimos al más el rato menos pensado y digo esto luego de
enterarme; de la intempestiva partida de Iván, un joven reportero que si bien
es cierto no tuve confianza alguna, solo coincidimos en la tribuna del estadio
25 de Noviembre; cuando jugaba de local Cobresol, puesto el se encargó de
enviar el material gráfico a la Prensa y también a medios de información
capitalina; después tuve la oportunidad de encontrarnos en varias actividades y
festividades, sobre todo en el último año, sin lugar a dudas a muchas personas
nos cuesta ocultar la transparencia en el diario caminar; y eso precisamente
fue lo que pude comprobar en Huayana, inquieto y dedicado para cumplir con su
responsabilidad; si hasta tuvo un colaborar a quien le instruía para no perder
gol alguno mientras lo hacía registrando las mejores jugadas en su cámara
fotográfica; muchas de ellas se publicaron en las páginas deportivas
electrónicas; mis más sentidas condolencias a su afligida y acongojada familia,
por tan irreparable pérdida para nuestra sociedad; estoy tan seguro que seguirá
cubriendo los acontecimientos celestiales; si no por qué se lo llevaron los
“Barbitas” con envidiable contrato de por vida; donde no hay oportunidad para
hacer cosas indecentes… Aunque parezca mentira; pero mi carnal “Rosadito”
también sintió la partida de Huayana y tal parece que ha dicho a la
corresponsalía de América Noticias en la calurosa Moquegua; porque el Fútbol de
la Segunda Promocional no es tan atractivo a menos que los deslucidos Dorados
brillen con todo su esplendor para regresar de nuevo al Descentralizado; todo
es posible si hay buena voluntad y claro; buenos millones para invertir en un
equipo competitivo, ambicioso y batallador; como lo hizo en su oportunidad y
vaya que lo logró aunque después se desarmó.
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