Hoy sumido en una de esas mis
inusuales preocupaciones, cuando no está en mis posibilidades atender ciertos
requerimientos del común vecino; peor aún si se trata de una institución o club
deportivo; más de un común mortal tiene la idea que desde mi posición edil
puedo satisfacer ciertas necesidades con mucha facilidad; si así fuera habría
actividad deportiva y cultural por todos lados; sin embargo la municipalidad
también estira la mano a muchas empresas amigas, hace poco me crucé con
entusiastas promotores del atletismo en la comarca; antes atendí el pedido que
hacía uno de los responsables de Caza Submarina que se llevará a cabo éste fin
de semana; ellos solicitan apoyo que permita alojar a los competidores que
suman algo de 20, sin contar la alimentación, movilidad para el traslado a la
zona de caza, permisos, mejor no sigo porque faltaría espacio para enumerar las
exigencias; las que quedan cortas con el entusiasmo que le ponen los
organizadores, expuestos a ser duramente criticados; precisamente por esos que
jamás hacen nada por la vida, para mala suerte abundan en esta Viña del Señor… A
Dios gracias no todo es negativo en la vida, todavía existe gente caritativa;
así sea a regañadientes te dan la mano y de esos conozco mucho; a lo largo de
mi apasionante y entretenido trabajo en la prensa deportiva por buenos años; a
la cual espero regresar pronto; a pesar que uno de mis faros quiere complicarme
una vez la vida… Muchos se llenan la boca pregonando que el deporte es salud;
que es vida, que es confraternidad; lástima que a la hora de la verdad casi
nadie lo pone en práctica; porque saben que otros se sacrificarán; como si
fuera poco afirman que se saca buen provecho personal; debe ser y seguro que
ellos saben o conocen que esto sucede así, de lo contrario ni lo pensarían, que
hay, hay; será nuestra conciencia quien juzgue.
FOTO: MIGUEL ANGEL TORRES
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