Con el ánimo algo apaciguado más
mi espíritu rebosante de paz y esperanza; ingrediente que me permite superar
ciertas adversidades, propias de ésta Viña del Señor, pa’ remate se achoró la
compu impidiendo teclear ésta su “maletera columna”, cuyo lema es: “El que se
pica nos da la razón”, vaya que funciona de lo contrario no molestaría a nadie;
en fin es Navidad y todos los odios, rencores al menos por estos días deben a
pasar a otro plano, digo esto luego de asistir al encendido de las luces
navideñas, en nuestro templo San Jerónimo, Plaza de Armas y otras zonas
turísticas de la querida comarca; la misma que fue roseada por un inusual
aguacero; menos mal que las gotas de lluvia cayeron cuando mis tías de los
comedores populares convidaban el último conchito del rico chocolate, a la
gentita que disfruto de lindos villancicos interpretado por angelicales voces
de estudiantes; me quedé con las ganas de saborear el dulce trinar del Coro
Municipal; ellos a las justas una pieza musical; acaso sabían por adelantado
del diluvio?... Por esas cosas que suceden de un momento a otro; no pude estar
en el primer día de competencia de Caza Submarina; que dicho sea de paso tuvo
muy pocos participantes, de los cuarenta interesados a las justas creo llegaron
diez, lo peor de todo que ni siquiera tuvieron la gentileza de avisar, dejando
a la organización local con los crespos hechos; teniendo en consideración que
ahora las cosas no están para desperdiciarse así por así con las personas e
instituciones a quienes se les estiró la mano; esto lo adelanté en edición
pasada por estábamos muy cerca a fechas donde se realizan cualquier cantidad de
gastos, que permite complacer a la familia y sobre todo a los enanos que ahora
exigen cosas novedosas, modernas y caras; las que no están al alcance de las
grandes mayorías porque a las justas ganan para parar la olla.
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