En la semana que se esfuma, al
menos en dos diarios de circulación respetable, resaltaron algo que se veía
venir y tal parece que los redactores ni enterados estaban del mísero
presupuesto que maneja la directiva del San Simón; cortesía de su reciente
asenso a la élite del fútbol nacional; al cual muchos pretenden llegar; pero si
no cuentan con un real presupuesto que respalde todos los gastos habidos y por
haber; es preferible que prioricen las “pichanguitas” de barrio; aunque usted
no lo crea, allí también se invierte buen billete sobre todo para lucir una
indumentaria de marca y no como los responsables del campeón de Copa Perú,
quienes al parecer fueron velozmente a conseguir los pantaloncillos o “shorts”,
los cuales sin lugar a dudas no tenían la numeración respectiva, salvando la
precariedad con unos pedazos de cintas adhesivas para marcar los números que
identifique al jugador… Definitivamente esto es una falla garrafal; que jamás
se debiera dar en un equipo profesional sinónimo de buena inversión y
organización con absoluta formalidad, la cual pienso yo no ha sido del todo
superada; al menos hasta antes de su primer compromiso de lo contrario la
indumentaria y cierto detalles no hubieran servido de fuente para la crítica;
digo esto después de recordar las peripecias que pasaron en las encantadoras
playas de la comarca, durante su fugaz pretemporada al tocar puertas y estirar
la mano, buscando un sencillo para cumplir con los innumerables gastos de
movilidad, alimentación, hospedaje amen de los pagos al comando técnico y al
plantel de jugadores casi en su totalidad de fuera, ellos definitivamente no
están en el equipo por amor al fútbol menos a las paltas y cuyes fritos… Yo
pediría a la gentita comprometerse con el equipo en todos los sentidos; para
después con total razón del mundo darles duro si no consiguen objetivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario