Para ser franco en esta Maratón
estuve súper “despistado”, y la razón es comprensible, al menos eso creo; en
ediciones pasadas el inicio se daba desde el interior de nuestro escenario
deportivo al final de la ceremonia, para luego trasladar a las categorías
mayores a los exteriores del estadio donde se daba la partida; en esta
oportunidad tuve que treparme a una grúa para apreciar la partida de la
categoría escolar, la más numerosa por cierto, ellos en corto tiempo cubrieron
la ruta prevista y debía estar en la meta para grabar a los primeros en llegar,
cumplido el objetivo fui a muy a prisa a buscar al gordito “gacelo” Milton
Mendoza, el cual me adelantó que correría junto a Nelson Ito Curo, maratonista
puneño con entrenamiento en el CAR arequipeño, la seguridad antes de la partida
impidió conseguir mi objetivo; además era un poco imposible ubicarlos porque la
allí estaban todos los corredores que salieron en mancha y solo se podían
diferenciar por los números que tenía colores diferentes… Vaya sorpresa que me
llevé después al tener en mi delante al velocista lacustre que ocupó el primer
lugar por una simple “pisada”; sí aunque ustedes no lo crean, porque su más
cercano perseguidor metió la cabeza, que dicho sin saber que la alfombra
electrónica solo registra las pisadas, de lo contrario no se hubiera hecho
merecedor a su tv plana; aunque él hubiera preferido una lap top, premio que no
hubiera sido muy pesado para Miltón, quien cargó el premio… Ojalá el tiempo
supere el desánimo en algunos profesores, quienes amenazaron con no participar
en las próximas ediciones de la Maratón Energética, porque se quedaron sin
sorteo para el premio gordo que beneficia a coles muy suertudos, esta recién se
realizará oportunamente y acto público; según adelantó Karina Recabarren, la
misma que tuvo su primera prueba de fuego.
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