Aunque muchos no crean, pero los
nervios cortesía del tremendo sacudón más la amenaza de tsunami, en toda la
costa del pacifico sudamericano me tienen con los nervios de punta, y seguro
que no soy el único mortal que camina y vive sobre la “gelatina” sureña; la
cual reserva mucha energía en el litoral tacneño y moqueguano, que superaría
fácilmente el grado de terremoto en el norte chileno que sentimos la noche del
último martes… A propósito, cuando me disponía a revisar unos correos
recibidos, la tierra empezó temblar; los vecinos ganaron la tranquila calle con
la interrogante ineludible: ¿Dónde habrá sido el epicentro?, ¿Cuántos muertitos
habrá?; hasta que por allí dijo a viva voz, ¡Ah sido al norte de Chile y de 8
grados…!, en efecto; la señal de televisión nacional empezó a emitir imágenes
con sonido de sirenas y altavoces pidiendo a la población rivereña evacuar a
zonas altas, antes que las voraces olas los alcancen; situación que se dio
también en las ciudades costeras como Ilo; para piña la señal celular colapsó
por buen tiempo, generando preocupación e incertidumbre al escuchar por los
modernos y necesarios equipos de alerta temprana de la Comuna Provincial,
evacuar hacia las zonas de refugio ubicadas en las partes altas de la ciudad; y
en su desesperación se las picaron innecesariamente hasta la Pampa Inalámbrica,
algunos salieron con lo que tenían puesto encima, mientras otros cargaron hasta
con sus mascotas, produciendo una inusual congestión vehicular; porque hasta
hoy no tomamos una real conciencia; menos participamos en los ejercicios
programados por las autoridades; quienes se reunieron en la Capitanía de
Puerto, el resto nos trasladamos al COE (Centro de Operaciones y Emergencias),
desde donde se pudo monitorear la llegada del tren de olas, esas que llenaron
de piedras al Mini Gimnasio de Peña Blanca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario