Días atrás tuve la oportunidad de
parlar un momento con un peloterito “pichanguero” crema hasta los rulos; quien
dijo sentirse súper bien luego de sudar la gota gorda, sobre el suave gras
sintético de la “Champion League”, que por falta de una tiene dos canchas a
disposición de la gentita fulbitera en las ex instalaciones de la conservera Hayduk,
donde a futuro se construirá un centro comercial para envidia de muchos, solo
que tomará su respectivo tiempo, según versión de sus líderes… Decía que mi amigo
confidente aseguraba no sentir molestia alguna; como se creía si alguien por
allí se atrevía a jugar en un campo artificial tan de moda en estos tiempos, de
paso deja muy buenos dividendos de lo contrario nadie osaría en invertir y
ponerlas a disposición sin importar la hora del día, de preferencia en la noche
o muy temprano tal como lo hacen los marineritos de las patrulleras fondeadas
en la apacible bahía porteña… En nuestra comarca hay varias canchas con este
material y hasta un campo de fútbol en el Cole Garibaldi; pero la Institución
Educativa Kike Meiggs cuenta con pasto sintético desde hace tiempo atrás;
habría que averiguar cuántos niños resultaron con ampollas en sus delicados
piececillos, después de correr a media mañana y para variar en pleno verano,
tal como lo comprobé con el Profe “Carozo” Bojorges, Mark Juárez y Pupi,
técnicos con amplia data en la formación de futbolistas y otros deportes… En la
actualidad varios dirigentes barriales ya no quieren losas con duro cemento, a
menos que sean usadas para Vóley y Básquet, exigen canchas que no necesite
agua, urea, tampoco que la corten a cada rato, generando tremendo gasto, sino
pregunten a los encargados de los campos deportivos Maracaná y Garrincha; los
tiempos pasan y las generaciones cambian de acuerdo a los adelantos técnicos,
qué mas queda.
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