A pesar que ya estamos en la
estación primaveral; el incómodo frío obliga a cubrirse con ropa gruesa; a
excepción de algunas personas que visten envidiablemente con perchas algo
ligeritas desafiando a las bajas temperaturas; esas que no fue impedimento
alguno para que varios niños junto a sus profesores y padres de familia,
concurrieron en mancha al Malecón Costero para volar gracias y coloridas
cometas, algunas de ellas confeccionadas artesanalmente como se hacía en el
pasado y otras de fabricación sofisticada e importada; que eso no contó para
los alegres estudiantes que la pasaron linda… Si bien es cierto, estaba con el
tiempo ajustado no quise pasar desapercibido tan oportuno entretenimiento, que
para muchos pasó a la historia dando paso a los juegos electrónicos; que si no
se practican con supervisión de mayores los pipiolos pueden hacer un uso
indebido de las modernas máquinas; esas que ahora los consigue en cualquier
lugar y a precios súper alcanzables; sin darnos cuenta que los podemos
convertir en ciudadanos egoístas; solitarios y compitiendo con seres que ni
siquiera sabes quienes son… En mi fugaz recorrido por la atractiva área verde;
pude darme cuenta del interés que ponían los entusiastas niños para elevar lo
más alto posible a su cometa, sin enredarse o destruirse al tomar contacto con
otras, entusiasmo que también contagió a las personas adultas, que de seguro
recordaron con nostalgia tiempo idos; esos que podrían volver siempre y cuando
le pongan empeño para distraer sanamente a los futuros ciudadanos; los mismos
que deberían practicar mucho deporte, en escenarios deportivos adecuados; como
los que se pondrán en marcha muy pronto en la populosa zona pampina, más el
Mejoramiento del estadio Mariscal Nieto, caballito de batalla en las actuales
lides electorales; menos que tiene un buen avance.
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