La verdad que uno no puede con su
genio y costumbre; que mejor si se aprovecha los pocos respiros dominicales por
la tarde, vaya que eso hice, pasando rápidamente por las canchas de Garrincha y
Pacocha que en la actualidad desarrollan su acostumbrados campeonatos el
primero de Barrio y el otro para que los tíos peloteros no cuelguen de por vida
los chuzos… En Miramar los partidos son por demás animados, con alto rating yo
diría a gradería de occidente casi a rebasar será por la sombrita, esa que
evita chamuscarse con los terribles rayos solares a los que hay que tenerles
respeto, si lo sabré yo que apenas que quité el casacón viendo los goles en
menores hoy tengo la piel que se cae a pedazos; mejor será prevenir porque ese mal
tan de moda llamado cáncer es por demás costoso e incurable; están advertidas
mis queridas ricuritas las cuales ya muestran sus encantos en la calle y en la
playa a pesar que no todavía no es verano; sino como estaba llena la playa Boca
del Río el último domingo… Era de esperarse mostrar el cariño y aprecio que se
le tiene al amigo pelotero, que distrajo y alegró con su juego y picardía a la
hinchada de la populosa zona; me refirió al popular “Tapón” a quien le
tributaron un minuto de silencio seguramente al inicio de cada encuentro, yo
puedo dar lo que vi en el choque de fondo; junto al ocurrente “Guiri, Guiri”,
que también le entra al raje; perdón a la información deportiva, especialmente
del balompié profesional al cual viaja muy seguido; así los “Pitadores” en el
25 de Noviembre no lo quieran cerca al perímetro de juego… Mis tías, perdón las
“Chibolitas” de Miramar; están súper mortificadas dicen porque las mantas que
han puesto en la zona sur del campo no les deja mirar; a menos que paguen sus
dos Luquitas e ingresen a las tribunas, decisión que me parece no es de ahora,
sino viene desde años pasados.
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