Ciertas mezquindades humanas es
un ingrediente esencial para generar malestar en la gentita; acostumbradas a
vivir tranquilas y hasta podría decir en paz, claro en las medidas de las
posibilidades; porque con tanta violencia y noticieros aterradores; casi todos
paramos sobresaltados, de solo pensar en qué momento nos toca sufrir las
consecuencias en carne propia; escribo esto después de escuchar a muchos
interesados en se mejore la infraestructura deportiva, la misma que permitiría
a nuestros talentosos atletas y deportistas una preparación óptima; tal como lo
aseguró una profesional en economía que debe sustentar la real demanda del
Estadio Mariscal Nieto; tantas veces manoseado, pesadilla de varios que se
interesan en su Mejoramiento; ese que va cambiando a medida que avanza el
tiempo del cual ya no quiero acordarme, sino más bien seguir en la lucha hasta
donde se pueda… A Dios gracias en ésta Viña del Señor aún quedan personas
caritativas; con absoluto desprendimiento personal, a pesar que les ha costado
un buen billete su superación profesional están dispuesto a sumar, antes que
restar como muchos lo hacen y hasta prefieren el anonimato; para quienes va mi
fraterno saludo y reconocimiento; mientras los otros que sigan esperando un
milagrito o algo de suerte, esa que necesitamos esta noche para que Argentina
nos apabulle; como ya lo hizo en el 78 con una cuera de padre y señor mío;
mientras muchos fanáticos de nuestra Sele ya piensa en el siguiente mundial; al
cual tampoco llegaremos teniendo en consideración que la mayoría de las
actuales estrellas estarán disfrutando de una holgada vida… Seguro me dirán que
soy tan pesimista; la cual desmiento categóricamente viendo en acción a los
niños correr tras un balón con genialidad asombrosa; nunca vista por las
personas responsables del desarrollo deportivo.
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