Los partidos de fútbol que se desarrollan los fines de
semana en el Estadio Mariscal Nieto; se están convirtiendo en cualquier cosa
menos en un espectáculo deportivo; muchos dirán estas exagerando, pero a las
pruebas me remito, desde las tribunas todo el mundo grita; pero ojalá fuera
para alentar al equipo; sino más bien para insultar a los jugadores y con mayor
énfasis a los árbitros de turno; culpables de todo lo malo; sin que ningún
dirigente o autoridad se atreva a poner orden, para preservar primero la
tranquilidad; armonía y respeto que debe primar en dichas instalaciones a donde
ingresan personas de todas las edades; quienes van por única vez y no vuelven
jamás para escuchar una serie de grosería en la cancha y en el público… Saludo
el esfuerzo de algunas barras, que si cumplen su función levantando el ánimo a
sus jugadores a ritmo de canciones creadas para tal fin; al menos disimula
ciertas actitudes de sus integrantes, muchas veces descontrolados cuando sus
equipos pierden; todos buscan un culpable; sin darse que cuenta que todos somos
culpables al infringir las básicas Reglas del Fútbol; que sanciona severamente
cualquier intención; pequeño gran detalle que ignoramos los involucrados; con
mayor razón los integrantes del Comando Técnico que hacen gala hasta más no
poder de su matonería delincuencial; que al menos amerita una llamada de
atención y hasta su separación del equipo; pues es preferible perder un
elemento negativo; antes que ese pésimo ejemplo se institucionalice; que al
parecer ya ganó terreno; sino cómo se explica que ciertos árbitros no plasman
en sus informes ciertos excesos; como por ejemplo amenazas de muerte, mentadas
de madre, insultos y agresiones verbales… Si la organización fuera seria; hace
rato se hubiera corregido las pésimas costumbres, con simples charlas de
arbitraje antes de iniciar el torneo; tampoco es necesario que un entrenador le
grite la vela verde a sus jugadores en el camerín; por su bajo rendimiento;
clara muestra de impotencia y falta de nivel profesional; o me equivoco!
No hay comentarios:
Publicar un comentario