Deportes y algo más; el que se pica nos dá la razón...!

Si premiaran con mucho billete a los tardones, seguro seríamos millonarios sin siquiera sudarla menos derramar un gota de sudor; eso lo pude comprobar en el polvoriento campo pampeño, donde los cusqueños iniciaron sus pichanguitas futboleras el último domingo; según dio cuenta el Profe Sacatuma; máximo directivo del Club Cosqoruna; sus impacientes paisanos desde hace tiempo fregaba la paciencia con su: ¿Cuándo empezamos?; ¿Por qué demoran tanto o no hay organizadores? Si no pueden avisen y cosas por el estilo; pero a la hora de la verdad la mayoría sacó cuerpo y por poco no llegan al acto inaugural previsto para las 10 de la am; después para las 11, a las 12 y al final con los que hubo se realizó a la 1 de la pm; a exigencia del respetable que al menos llegó a la hora indicada; como por ejemplo el equipo de “Jesulim” que pusieron las mallas en los arcos; limpiaron el campo y fueron los primeros en formarse; pequeño gran detalle a imitarse en toda su extensión; mientras otros “futboleros” campeones en la famosa “Hora Cabana” se cambiaban justo cuando el desfile acababa…A Dios gracias no todo fue mal; dio gusto ver a los Hijo del Imperio del Sol; enfrascados en charlas amenas, pero en su lengua natal, lo más importante aplacar la sed con refrescante vaso de chicha blanca y platazo de rico “Tarwi” o “Chochitos” como lo llamamos en mi santa tierra; razones más que suficientes para ignorar los acostumbrados inconvenientes propios en este tipo de ceremonias que se debe corregir para la próxima… Mientras me entretenía con mis amigos cusqueños; Juventus ganaba a las justas a los Chalacos y se codean con los más pintaditos del torneo copero Liga Cercado; por su parte Episa Corazón en el complemento exprimió el poco jugo que le quedaba al cuadro Naranja de Miramar, picones y reclamones sin causa; que amenazaron con sonarle a Rojitas; justo el día de si diablo; Valcárcel celebró el empate con sabor a victoria, sobre las debiluchas “Torres Chungungas” que a todas luces se cae de la punta; cuando Mariscal gane a los Adebas.