Comprobado una vez más; el
desorden y malas costumbres son bien practicadas por algunos adultos que al
parecer no se dan cuenta de sus actitudes; peor aún si estas se realizan
delante de sus hijos; digo esto luego de escuchar y ver como los papas fomentaban
el desorden en la entrega de regalos que realizó la Comuna Provincial con el
valioso apoyo de Enersur, Southern Perú, Orica y Consorcio Terminales el sábado
último en seis puntos de la ciudad, los cuales reservaban bolsas con juguetes
personalizadas para niños de cero a diez años; aunque por allí me confirmaron
que una abnegada abuelita inscribió a su nietecito que chapa de la más rico con
su cuerito en el populoso Miramar; otros casi se traen abajo las puertas del
Estadio Mariscal y el Coliseo Municipal, hasta donde llegaron unos pequeñines
muy bien adiestrados y hasta diría con buen talento para el fútbol, será por
eso que patearon hasta cansarse a las inofensivas puertas… Mientras los enanos
disfrutaban del show, previo a la llegada de la comitiva integrada por los
representantes de las empresas, sacerdotes el alcalde y demás miembros del
Comité Navideño, los intranquilos padres en un abrir cerrar de ojos armaron la
cola para recibir su bolsa de juguetes en el Cole Basadre, similares
situaciones se vivieron en el restos de centros destinados para el reparto…
Muchos niños no acudieron a recoger su regalo, apuesto que hoy formarán largas
colas con su oportuno reclamo con ticket en mano; a esto habrá que sumarle la
viveza de algunos que juraran hasta por el Niño Manuelito que esta por nacer
que no los inscribieron o que simplemente las empadronadoras no los tomaron en
cuenta o se pasaron de largo, cuando en realidad muchas de ellas dejaron el
cumplido debajo la puerta, será motivo para reafirmar que es muy difícil
contentar a satisfacer a todo el mundo.
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