Pasó Navidad y también el mayor
dolor de cabeza; Año Nuevo es también preocupante, pero los “Dobla codos” los
abstemios pueden respirar tranquilos, solo pensando en cómo pagar las deudas
contraídas con el solo propósito de ver felices a los enanos y claro también a
la familia que al menos recibieron un efusivo abrazo por la fiesta más grande
del mundo; ayer meditaba un poco acerca de nuestro comportamiento personal y
las responsabilidades asumidas esas casi nunca se cumplen por más empeño que se
le ponga; sino pregunten a los dirigentes del flamante Campeón de Copa Perú;
puedo imaginar las promesas a los muchachos para lograr el objetivo, muy
positivo por cierto al final de la tremenda jornada al dejar con las ganas a
más de un favorito y hasta con mejores posibilidades económicas, esa que no es
generosa en la institución santa de lo contrario no les hubieran “mochado” el
sencillo a los campeones como por ejemplo a los ileños; tema del día en el
gramado del Maracaná el último domingo por la tarde, teniendo en consideración
que los inobjetables jugadores la sudan en el campeonato del “Macho” Huallani
que ya mismo alista una ceremonia de premiación y clausura con merecido
reconocimiento y felicitación a los futbolistas, la mayoría de ellos pipiolos
con amplio futuro, siempre y cuando mantengan la humildad y profesionalismo
mostrado durante la magistral campaña en el Fútbol Macho… Pasarán infinidad de
generaciones y la situación será igual o peor a menos que se tome la decisión
personal de cumplir a cabalidad con esos ofrecimientos que no deben darse, más
aún sabiendo que la frazada es muy corta y no alcanza para taparse; al menos
eso dice mi jefita… Apuesto por la sinceridad; dejando las incómodas “mecidas”
a un lado y actuemos como personas razonables; dando la cara, eso es de
hombres.
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