Hace tiempo anhelo darme una
vueltecita por el campo deportivo “Garrincha” de Miramar, el cual en poco
tiempo lucirá remozado, mantenimiento que ha originado más de un protesta al
deporte de la populosa zona; seguro con justa razón, pero a veces es necesario
darle tiempo al tiempo; sino habrá que preguntarle a Carlos “Macho” Huayani… Si
bien es cierto los trabajos en los dos escenarios empezaron casi en simultáneo,
Maracaná terminó primero; mientras mi tío Butrón hacía algunas exigencias para
mejorar su campo, el cual según me adelantan contará con iluminación que
permitirá pichanguear desde el anochecer hasta el amanecer; sin descansar en compensación por la demora
en la culminación de las obras; esas que no son adrede, teniendo en
consideración el largo trámite para la elaboración de las Fichas Técnicas, a
esto le sumamos la paciencia del personal mal agradecido que se compromete a
trabajar denodadamente al momento de solicitar la oportunidad laboral del cual
soy testigo; menos mal aún queda en éste mundo gente leal y consciente, con
voluntad de servicio, si por allí llega un sencillo que mejor… En fugaz
cháchara con mi amigo Cléber Flores; me adelantó que viene programando
mentalmente una reapertura de la pitri mitri; al cual sin lugar a dudas me sumo
única manera de arrancar una leve sonrisa a mis afligidas tías de Miramar, a
quienes no veo desde hace mucho tiempo; pero mis frágiles orejas están a punto
de achicharrarse, bueno sería por cortesía de los rayos cancerígenos del
candente invierno… A propósito, hoy toca nuevamente playa, bueno sería a
refrescarse por dentro y por fuera, la presencia de muchos voluntarios es por
la sencilla razón, que todo veraneante simplemente deje las playas bien limpias
o al menos que todos sus desperdicios lo echen en los cientos de bolsas que se
reparte.
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