Empezando un nuevo mes; lástima
que sea el último del año y claro de mi responsabilidad, grata experiencia que
solo Dios sabe si se volverá a repetir; aunque para ser bien franco, prefiero
que otros tengan la oportunidad, como por ejemplo un fulanito que al menos
hasta hoy se gana la vida honradamente, en nuestro primer centro de abastos y al
parecer no se dio cuenta de las justas electorales pasadas y ahora amenaza con
mandarse en las que vienen; con el solo propósito de demostrarme como en un
abrir y cerrar de ojos se construye un estadio para un millón de espectadores;
si tío, soñar no cuesta nada; hasta que se convierte en terrible pesadilla, si
lo sabré yo… Mejor les cuento que el viernes pasado, al comenzar la noche
estuve con la gentita que hace tiempo le dijeron adiós al trago, porque tocaron
fondo y algún alma caritativa los llevó a la doble “A”, en otras palabras
alcohólicos anónimos, venidos de muchas ciudades y también de Bolivia para
participar en el V Congreso de la Región “F” que abarca Moquegua, donde aún no
hay este tipo de centros para curarse de la terrible enfermedad; que si no eres
consciente que la padeces, destrozaras tu vida y también tú familia; creo
prosperará la iniciativa; a ver si salvamos a nuestros semejantes, antes el
tren los haga papilla… El sábado fui partícipe de la Inauguración del nuevo
edificio de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Santa Catalina, que a mi parecer
ha dejado chiquitas al resto de entidades financieras; esas que mueven
cualquier cantidad de billete en Ilo, no por algo este otrora apacible puerto
es el nuevo corazón financiero de la Región Moquegua, de lo contrario no se
hubiera invertido cerca de tres millones y medio de soles, en la moderna sede
que se hace realidad porque todos allí, sin excepción de nadie: “Patean la
pelota para adelante”, como dijo en su alocución una social.
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