Razón no les falta a un par de
amigos, con los cuales coincido en la mayoría de campeonatos de fútbol, uno
siguiendo a su hijo que la conoce bien; pero con el paso del tiempo más las
responsabilidades propias de la familia y la chamba te restan habilidades y el
otro, recordando tiempo idos en que con un geniecito de autoridad dentro del
terreno de juego, se hacía respetar, cualidad que hoy en día no se toma en
cuenta; será por eso que casi al unísono dijimos el actual comportamiento es
una gentil cortesía de la falta de valores, espeto hacia los demás, esa que se
aprende en casa y se refuerza durante los largos años de estudios; salvo haya
otra fórmula… Toco el refrito; sin considerarme inmaculado al escuchar el verbo
florido que sale sin ningún reparo de quienes más tarde serán los futuros
profesionales, de Ilo, el país, el mundo de yapa las invasiones; es normal en
cada ser humano lanzar una palabrota de vez en cuando; pero en el lugar y
momento adecuado, así no ofenderás a nadie; pero refutar con frases soeces en
pleno partido; si que es cuestionable más aún si son estudiantes universitarios
que deberían cátedra de comportamiento en cultura en el campo y mejor fuera de
el; seguro dirán otra vez que es producto del calor del partido, es probable;
pero entonces no se quejen al momento que la terna “Coja” les muestra la Roja y
los manda para su caso sin que el partido haya finalizado… Tiempo atrás fui
testigo del entusiasmo contagiante que puso un grupo de jóvenes universitarios
y hasta me hicieron soñar que por fin acabarían ciertos engreimientos de algunos
“Pitadores”; quienes como es natural optan por mejoras económicas, y dejan
tirando cintura al fútbol oficial; así como van las cosas el próximo año habrá
que buscar más ingresos para traer árbitros de fuera; aunque a decir verdad;
esto ya se viene dando hasta en la “Champions Pampeña”.
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