
Las vuvuzelas sonaron fuerte tras el gol de Sneijder que dio vuelta al marcador. El 2-1 llevó a Holanda a las semifinales del torneo. En el centro de la ciudad, las personas se reunieron en bares y al frente de las tiendas de electrodomésticos que exhibían televisores en sus vidrieras.
El silencio reinó durante el primer tiempo, mientras Brasil dominaba el partido. Pero en la segunda etapa, con los dos goles holandeses, el fervor se tomó a los argentinos, que esperan ahora el duelo entre el equipo comandado por Diego Maradona y Alemania.
Turistas brasileños en Buenos Aires parecían desolados en bares y pizzerías locales, ante los festejos de los vecinos y rivales históricos.
Los aficionados de ambos países esperaban por una posible final entre Argentina y Brasil. Ahora falta ver la selección albiceleste conseguirá llegar a la semifinal.
TOMADO DE: http://www.co.terra.com/futbol/mundial/2010
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